jueves, 23 de diciembre de 2010

XVI

ya no me sonríes cuando te miro
pero no me duele
porque tu esencia atraviesa los silencios
y tus ausencias dicen más

no soy más preciosa ante tus ojos
y eso no es problema
la inmensidad del tiempo me ha enseñado
que las lágrimas azules no tinturan

tus besos en mis manos
ahora arden como fuego en el infierno
tus ojos en mis hombros
como cuando dices mentiras / y sabes que lo sé

y yo que espero
tus miradas y sonrisas
que acarician a mi ego

espero siempre
que me envuelvas con mentiras
que tienen color de rezos

para engañar a todos
( y engañar a nadie )
para engañarme a mí

XV

hoy te tengo nuevamente entre mis dedos
con el corazón gritando
e incinerada la razón

te tengo nuevamente
y las estrellas
solicitan formalmente de tus besos

y tus ojos dicen tanto

que me alejo por temor a no entender

XIV

en los escaparates
brillan las estrellas
menos que tus ojos
debajo de sol
tus labios me inducen
a inventar canciones
para que las cante
el aroma dulzón de tu voz
tu piel color de mariposa
es una advertencia
con la primavera te vas

XIII

las flores del campo
no duran dos días
cerca de una cama de hospital

envenenan en el cielo
que te acaricia

sabiduría fresca de manzanas colegiales

y mis besos en tu piel interminable

XII

un hombre vestido como tú
me cuenta con la mirada
cuánto es que amo

a todas ellas con igual presteza
con la misma ingenuidad ilegal

XI

no me miras
y tu boca que no sonríe me confía tus secretos
caminamos

jugando como niños
inundando los aeropuertos
en el mar de mis caricias y tus ojos

que esperan y se esconden
detras de lentes oscuros
y tus manos

que me tocan y evaporan
y soy
flor, camino, espacio, mariposa

no me extrañes
que el sabor de tus besos no cambia con el tiempo

el olor de tu piel
que me hace pensar
en casas antiguas
y jardines frondosos
detrás de las cortinas