sábado, 9 de abril de 2011

XXVI

dime doce veces
cuántas veces
la lluvia te ha inundado las ideas
remojándote las ganas

cuéntame despacio,
de todas las veces
en que me esperas en silencio
y me sigues diez pasos, catorce, veinticinco

las marionetas inspiradas
invisibles a tus manos,
cuadruplican sus excesos
los martes al anochecer;
y se percatan
de tus lágrimas

y de mis manchas de rímel en tus camisas

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