sábado, 9 de abril de 2011

isabelle

hoy te vi suspirar
y cuatrocientas mariposas naranja
alzaron vuelo desde tus pestañas
mientras las golondrinas en mi cerebro fenecieron extasiadas

me miraste y sonreíste
y el negro de tus ojos
me ha teñido hasta el último resquicio intersticial

hoy te vi suspirar y comprendí
el movimiento de los astros
el ritmo de las mareas
la sucesión de las estaciones; y pretendí

escribir una canción que te alcanzase
perfecta, cadenciosa, perfumada como tú
violeta como tus miradas
rosa como tus labios
indescriptible, del color de mis intenciones

XVII

eres como esas flores
marchitas en los jarrones / de mansiones virreinales
como calles intransitables y tumultuosas
como espacios inhabitables

eres
dos ocho veinticuatro
el tic tac de un reloj – suizo – que me canta en escocés
el olor de una botella de licor enrevesado

eres siempre y entonces
cuaternaria, patrimonial
suspicaz hasta en ésos momentos
en los que olvidamos aquellas cosas

has sido princesa
acuchillando las horas,
vagabunda, sorprendida en flagrante delito
de incipientes amores
de besos ilegales

eres yo
soy tú

XXVI

dime doce veces
cuántas veces
la lluvia te ha inundado las ideas
remojándote las ganas

cuéntame despacio,
de todas las veces
en que me esperas en silencio
y me sigues diez pasos, catorce, veinticinco

las marionetas inspiradas
invisibles a tus manos,
cuadruplican sus excesos
los martes al anochecer;
y se percatan
de tus lágrimas

y de mis manchas de rímel en tus camisas

XXV

supongo que no creerás
si digo que hoy
te compraré mentiras
con los ochenta centavos de mi pasaje de autobús

y sospecharé, entretanto
que irás cantando
canciones, nuestras

cuando las piedras que voy pateando
me responden enfadadas
que me amas sin temperaturas

que hubieron dos y tres como nosotros
que murieron ahogados
en las propias tintas de sus testamentos

XXIV

el amor es

una taquicardia paroxística supraventricular



es, por ejemplo
doce días de esperar
cuarenta y cinco gigabytes
de aromas de flores inexistentes

y es también
un botón, un arete, un cabello

la textura de las palabras
que no se pueden tocar
y el color de las nubes para los ciegos


es una cuadra de margaritas
un metro cuadrado de ansias de color verde